Por Javier ARISTU
¿Qué hacen los sindicatos? ¿Dónde están los sindicatos? Son preguntas que he venido oyendo a lo largo de estos últimos años, años de crisis de las estructuras intermedias de la sociedad, tiempos de zozobra donde caen instituciones hasta ahora indiscutibles y se levanta un murmullo de crítica indiscriminada contra todo lo que sea ejercer una tarea de representación de la gente. Dentro de ese rumor, muchas veces elevado en el volumen por medios de comunicación muy interesados, los sindicatos aparecen destacados en el descrédito y demérito. Hablo de los sindicatos de clase; los corporativos, amarillos y gremiales no suelen recibir las mismas críticas desde esos círculos del poder mediático, curiosamente.