Por Javier ARISTU
En mi entrada anterior escribía: «Un tiempo nuevo acaba de comenzar en Andalucía. Un tiempo confuso, volátil, indefinido y abierto a múltiples posibilidades. Para saber encajar en él hace falta, ante todo, desprenderse de los viejos hábitos y de las antiguas fórmulas.» Bien, pues parece que algunos, o la mayoría de los partidos en liza no han terminado de adaptarse a él. Tanto por la derecha como por la izquierda las cosas siguen en un tran-tran que no nos lleva a buen puerto. Vayamos por partes.